Los inmigrantes sobrevivientes de violencia doméstica

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Los inmigrantes sobrevivientes de violencia doméstica presentan más barreras para poder escapar de sus agresores y obtener estabilidad que otras comunidades culturalmente específicas. El movimiento político y las estrictas políticas de inmigración implementadas en los últimos años aumentaron el sentimiento anti inmigratorio en todo el país que, combinado con las secuelas de la pandemia de Covid-19, ha impactado negativamente a esta población.

Aunque muchos casos no se denuncian y las cifras posiblemente sean mucho más altas, se estima que una de cada tres latinas ha sufrido violencia doméstica. Según un estudio realizado por la Encuesta Nacional de Violencia Sexual y de Pareja Íntima, el 26.9% de las mujeres hispanas/latinas experimentarán violencia doméstica o sexual al menos una vez en su vida.

Impacto del COVID-19

La pandemia provocó el desalojo de miles de personas de sus hogares, muchos de ellos inmigrantes, debido a la pérdida de empleo y la imposibilidad de pagar el alquiler. Los inmigrantes y las mujeres presentaban más probabilidades de trabajar en industrias afectadas por la pandemia, y la mayoría carecía de acceso a la red de seguridad social. Por ejemplo, un sobreviviente inmigrante indocumentado que tiene que trabajar “por debajo de cuerda” no tiene muchas opciones de empleo disponibles y no puede acceder a muchos fondos de ayuda federal, como el desempleo.

La pandemia aisló a aquellas sobrevivientes que se vieron obligadas a convivir con su agresor durante las cuarentenas obligatorias y continuar en la relación para evitar vivir en la calle. Incluso sobrevivientes con estatus migratorio que queriendo escapar, optaron por no denunciar el abuso ya que sistemas, como la policía y el sistema legal, tienden a beneficiar a los agresores que son ciudadanos estadounidenses. Cuando los sobrevivientes deciden denunciar, a menudo no son escuchados pues no pueden transmitir el mensaje en su idioma nativo y los incidentes se pierden en la traducción.

Barreras para escapar del abuso

Los sobrevivientes inmigrantes experimentan varias barreras más allá del idioma y el conocimiento cultural. Muchos desconocen las leyes, políticas y derechos federales y locales existentes para protegerlos, lo cual desempeña un papel crucial en la búsqueda de ayuda. Muchas veces, los sobrevivientes nos dicen que ni siquiera sabían que tenían derechos. Ya sea que tengan o no un estatus migratorio, a menudo sienten que las protecciones actuales no se aplicarían a ellos. Esto no sólo se debe a la desconfianza en el sistema inmigratorio, sino también a sus experiencias con el gobierno de sus países de origen. A menudo, los sobrevivientes sentían que no podían acceder a la asistencia del gobierno en su país, debido a la corrupción, la política, religión, posturas restrictivas sobre los derechos humanos y/o la falta de infraestructura y recursos para desarrollar programas de apoyo a la violencia doméstica.

Por ejemplo, Honduras y Colombia no tienen agencias de apoyo específicas para la violencia doméstica. Ambos países latinoamericanos con algunas de las tasas de feminicidio más altas del mundo. Adicionalmente, los estereotipos culturales con respecto a los roles de género, también pueden promover la retórica, de que una mujer sobreviviente debe soportar el abuso. Pero incluso cuando encuentran recursos, muchas inmigrantes sobrevivientes informan que todavía se sienten atrapadas, debido al comportamiento coercitivo de su agresor, y la amenaza de ser denunciados ante ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas por sus siglas en inglés), ser deportadas y perder a sus hijos.

Trabjando con sobrevientes inmigrantes

No es ningún secreto que las comunidades de color en los EE. UU. carecen del acceso equitativo a los mismos derechos y recursos que las comunidades blancas. Cuando una mujer de color decide hablar, corre el riesgo de afectar negativamente a su propia comunidad, al denunciar a su pareja ante las autoridades. Cuando se trata de violencia doméstica, es más probable que las sobrevivientes blancas sean escuchadas y se les crea que a las sobrevivientes negras o inmigrantes de color. Siendo este último grupo el más afectado y marginalizado de todos.

Como inmigrante latina, he experimentado muchas de las mismas barreras que enfrentan las sobrevivientes a las que sirvo. Me ha dado una perspectiva más cercana de los sistemas en los que tenemos que navegar y trabajar. Muchos de las sobrevivientes con las que trabajo están de acuerdo en que, la mayoría de las veces, no sabían cómo acceder a la ayuda que brindan organizaciones como LifeWire. En mi papel como defensora contra la violencia doméstica, he trabajado con muchos sobrevivientes dentro de la comunidad Latine/x, comunidad con la que me identifico, y he podido apoyar a muchos que buscan romper el ciclo de violencia para su familia a través de la navegación de recursos.

Aunque no siempre es fácil, buscar ayuda es el primer paso. Si estás pasando por una situación en la que no sabes si hay salida, o te sientes perdido, contáctanos. Nuestro equipo de defensores está aquí para escucharte y ayudarte. Haremos todo lo posible para proporcionar acceso en tu idioma nativo.

Sharon Monje

Defensora Líder de Servicios para personas sin hogar

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